Según recientes estudios realizados a nivel internacional, se ha determinado que las futuras madres que, durante el embarazo, tomen analgésicos opiáceos recetados como la codeína, la hidrocodona o la oxicodona, también conocida como Oxycontin, podrían estar incrementando el riesgo de defectos congénitos en sus bebés.
Si bien por el momento no hay confirmaciones oficiales, lo cierto es que se especula con que este nuevo descubrimiento podría explicar algunas malformaciones en niños nacidos bajo circunstancias normales. Igualmente se cree que cualquiera de los analgésicos nombrados sólo afectaría a los niños en una muy baja probabilidad.
No obstante, a partir de su ingesta es que también se multiplicarían las posibilidades de que el bebé nazca con problemas de espina bífida, hidrocefalia, glaucoma congénito y gastrosquisis. Mismo caso se toma para aquellas mujeres no embarazadas, pero que estén planeando quedar, ya que los riesgos se mantienen en el organismo por algunos meses luego de la ingesta.
De esta forma, se determinaría que éstas sólo deben tomar medicamentos que son esenciales, siempre que lo consulten con su médico. Recordemos además que aquí se ha evaluado únicamente el uso legal de analgésicos, mientras que hay una parte importante de la población que suele consumirlos por su cuenta, sin consultar a un especialista.