Considerando que se especula con que una de cada tres mujeres embarazadas, aproximadamente, presenten distintos índices de obesidad en su organismo, y que esta condición afecta no sólo a ella sino también al feto, es que los especialistas del mundo entero consideran cada vez con mayor énfasis imprescindible el consumo de antioxidantes en esta etapa.
De hecho, está totalmente comprobado que si la madre tiene una dieta alta en grasas y carbohidratos durante la gestación, su hijo tendrá un mayor riesgo de desarrollar estrés oxidativo, lo que a la larga puede producirle tendencia a la obesidad y la diabetes, pero a su vez, un alto consumo de antioxidantes antes y durante la gestación previene la obesidad y la resistencia a la glucosa en los descendientes.
Distintos estudios realizados en ratas indicaron que aún manteniendo la misma dieta base, pero con el sólo agregado de los antioxidantes, generaba en las crías de los animales un fortalecimiento manifiesto del cuerpo contra estas enfermedades.
Cabe recordarse que el estrés oxidativo es una condición en la cual aumenta la producción de moléculas, como los radicales libres, que producen daño en el organismo y éste no es capaz de controlarlas; además de que las mujeres embarazadas con sobrepeso u obesidad tienen niveles de azúcar más altos en su sangre, los cuales transfieren a sus hijos durante la gestación, lo que produce en los niños una producción de insulina mayor, motivos de sobra para comenzar a regular tu dieta.