Considerando la antigua creencia de que por cada embarazo, la mujer perdía un diente, es que se torna importante considerar algunos de los riesgos que puede traer el período de gestación en la formación dental de la madre aunque descartamos ese mito de forma completa.
Esto se debe fundamentalmente a que ciertas alteraciones hormonales y digestivas durante el embarazo, aumentan el riesgo a padecer enfermedades de las encías, especialmente gingivitis y periodontitis, además de un aumento de la tendencia al sangrado, pero no hay que cortar el cepillado por ningún motivo.
Por otro lado, también pueden sumarse algunas otras dolencias, relacionadas especialmente con las caries. Ante esto, habrá que aumentar los cuidados cuanto mayor azúcar se consuma, mientras que en momentos de náuseas no hay que cesar las medidas de higiene, ya que los vómitos pueden afectar a los tejidos de los dientes.
No obstante, por el momento se sigue investigando si las mujeres tienden a perder calcio durante el embarazo, y que por esta razón se produzca la caries. En resumen, es necesario mantener durante este período, más que nunca, un exquisito cuidado dental por parte de la madre.