Conocemos a Gwen Stefani por esos labios rojos y ese pelo rubio platino, un estilo que emanaba personalidad, fuerza y carisma. Era de esas personas que crean tendencias y que gustan porque son auténticas. Desde que saltó a la fama con No Dubt en 2004 ha sido fiel a sí misma y a su forma de entender la moda, por lo que su estilo premamá también tiene ese carisma que tanto nos gusta.
Es cierto que su vida ha cambiado y su gusto por las tendencias también se ha adaptado a lo que marcaban las grandes marcas, pero siempre conservando ese toque de sí misma que nos enamoró desde el principio. Por eso ha querido ser siempre ella misma, un ejemplo de que no tiene por qué cambiar nuestro estilo por ser madres.