Es una etapa un poco complicada, para ser sinceros. No se nota todavía la barriga de embarazada, sólo estamos un poco más rellenitas de lo normal. Por eso, para esta época, lo mejor es no comprar ropa -todavía- de premamá, si no ropa “normal”; pero, una talla más de la nuestra. Además, no es tirar con el dinero, aunque es cierto que, durante el embarazo, tal vez, sólo no dure 2 meses más -como mucho-. Piensa que cuando salgamos de la etapa del embarazo, tras el parto, seguramente será la talla con la que salgas y, la que mantendrás, dos o tres meses más. Sobre todo, debes tener tu autoestima y sentirte cómoda, bien contigo misma. Comprar ropa nueva hará que no te veas tan gorda, por lo menos, hasta que no tengas una señora barriga… Ante todo, tienes que estas y sentirte cómoda, lo que se logra llevando camisas, blusas, camisas de franela. Además, aunque ya no las puedas abrochar, las podemos seguir poniendo. Eso sí, olvídate de jeans apretados, por que eso sí que no serás capaz de estar cómodo con ellos puestos. Los primeros meses no debemos asustarnos su, aunque perdamos algo de peso, nuestra prenda no cierre: es por que nuestra caja torácica se ha ancheado -ahora respiramos por dos, hay que acordarse-.