Si tenemos a alguien conocido al que queremos sorprender esperando un bebé, uno de los regalos más llamativos y socorridos para hacerle es una tarta de pañales. Se pusieron de moda hace unos años, pero su originalidad y lo prácticas que resultan, hace que sigan teniendo tirón en la actualidad.
Ahora, la parte positiva de nuestra apuesta de hoy: gracias a su éxito, ahora existen muchas más empresas y particulares que se encargan de realizarlas. Algo que ha abaratado también su precio, para poder competir. Sólo hay que buscar a través de Internet o consultar a algún conocido para tener una idea de cuánto puede costarnos.
Personalizadas y útiles
Se trata de un tipo de producto que es apto para todos los bolsillos, pero que también podemos encontrar con un precio elevado, bien por la calidad de los pañales o por los accesorios que lo acompañen.
Si hablamos de precio medio, pongamos unos 50 euros de bote. Ese dinero servirá para tener nuestra tarta de pañales, pero personalizada. Ese será el principal toque de distinción de nuestro regalo, y es que al final es lo que más cuenta.
Con ese presupuesto, podremos incluir detalles como ropita para el bebé y accesorios, tales como peluches, baberos o calcetines de algodón para no pasar frío en sus primeros días. Un detalle socorrido que podemos llegar a dirigir de forma directa al nuevo retoño, ya que muchas webs especializadas en este tipo de regalos ofrecen un servicio de bordado en el que podemos incluir el nombre del bebé.
Además, suelen dar la opción de incluir regalos adicionales, que van desde tarjetas hasta productos de cosmética, como cremitas para después del baño, jabones, toallitas, etc. En definitiva, el primer ajuar que va a tener el recién nacido.
La otra alternativa, hacerla nosotros mismos
Existen cursos online y tutoriales a través de Internet en donde podemos descubrir cómo hacer un pastel de pañales nosotros mismos. La clave: armarse de paciencia y ser lo más creativos posible. Claves para asegurar que nuestro regalo sea, a demás de personal, un éxito.
Y es que, en esta como en cualquier otra manualidad que se precie, no hace falta ser un entendido en la materia, pero sí es necesario echar unas cuantas horas a ver cómo encajar las piezas para conseguir el resultado deseado.
La parte más motivante, que una vez aprendido podremos ahorrarnos un importante dinero en próximos regalos y también ofrecer nuestra ayuda a otros amigos que se decanten por esta alternativa para sorprender a las futuras mamás.