Cuando conocemos la noticia de que estamos embarazadas uno de nuestros primeros pensamientos es, ¿cómo nos lo vamos a arreglar con la ropa que tenemos? Sabemos que nuestro cuerpo va a experimentar muchos cambios en los próximos meses y a veces, nos precipitamos con la elección de ropa premamá, cuando en realidad podemos apañarnos también con prendas que ya tenemos.
Es por eso que hoy queremos hacer un repaso a lo que sí se puede necesitar y podemos comprar cuando lo veamos oportuno, y lo que no, con lo que vamos a conseguir ahorrar algo de dinero, que nunca viene mal.
Reciclar prendas de nuestro armario
¡Qué no cunda el pánico! Si lo pensamos bien, tenemos muchas prendas en el armario, que podemos utilizar sin problema durante los primeros meses de embarazo. Vamos a cansarnos de usarlas, porque no todo nos va a servir cuando pasen los días, es por eso que al principio, la recomendación es seguir utilizando nuestra ropa de siempre.
Lo que tenemos que tener en cuenta es que no nos apriete. Deben ser prendas cómodas en donde no nos falte movilidad. La clave: una cintura no muy ajustada, con eso podremos arreglarnos los primeros meses sin mucha complicación.
La otra alternativa es ajustar la ropa que tenemos. Es decir, ampliar lo que podamos ampliar las faldas y pantalones, sacando botones. Un paso previo a tener que cambiar de talla, y algo que después del parto podremos volver a utilizar de nuevo.
Lista de ropa que vamos a necesitar
Vamos a intentar ser prácticas. El embarazo de primera ya es algo que nos desborda por la carga hormonal y los cambios en nuestro cuerpo, que no todas las mujeres aceptan bien. Por eso, la idea es tratar de que la ropa no sea un problema más.
Lo mejor es pensar en prendas que se puedan combinar con facilidad. Pantalones, camisetas y jerseys cómodas y con buenos colores que mezclar. Además, de vestidos y faldas elásticas, prendas que ayudan mucho a sentirse a gusto y con movilidad, sin estar apretada, sobre todo para aquellas futuras mamás que pasan mucho tiempo sentadas en el trabajo.
Si hablamos de cantidad, cinco o seis prendas serían lo aceptable. A lo que sumar, faldas o pantalones quizá, más elegantes si tenemos previsto algún acontecimiento especial.
En cualquier caso, lo mejor siempre es preguntar a aquellas amigas o conocidas que ya han sido madres, porque muchas podrán dejarnos la ropa que tienen ya y así ahorrar y terminar de gastarla antes de decidir comprar algo nosotras.