Según recientes estudios llevados a cabos en diferentes centros investigativos de Finlandia y Rusia, se ha determinado que en aquellos casos en los que las mujeres embarazas fuman, estar multiplicando las posibilidades de que sus hijos, en el futuro, también se tornen adictos a los cigarrillos.
Esto debido a que parece confirmado que los adolescentes que soportaron una exposición prenatal a la nicotina son más propensos a empezar a fumar antes que el resto y de ser más sensibles a los efectos adictivos de la nicotina, sobre todo frente al estrés y la presión del grupo, según se ha detectado por medio de las pruebas con ratones embarazados.
Los resultados más importantes de estos estudios podrían incluso abrir nuevas vías para el desarrollo de nuevos fármacos para tratar el tabaquismo y la adicción a otras drogas, ya que se ha determinado que la nicotina actúa directamente sobre receptores del organismo, activándolos, y obligando al individuo a saciar sus necesidades.
Esto sería una de las explicaciones más simples además de por qué se suele producir el consumo de la nicotina junto con otras sustancias, especialmente en los jóvenes. Al menos así lo determinaron distintas universidades de los mencionados países, dentro del Programa de Investigación de Abuso de Sustancias y Adicciones de la Academia de Finlandia.