Buena cantidad de las consultas que las mujeres embarazadas realizan a sus médicos de cabecera tienen que ver con la posibilidad de practicar sexo durante este período, y cómo hacerlo. Pues bien, al contrario de lo que sostiene la creencia popular, está demostrado que hay varias posiciones en la que no se daña el feto. De hecho, el único factor a tener en cuenta es el liberar el vientre de la mujer de cualquier presión.
Una de las posturas más comunes en estos casos es con la mujer arriba. El hombre tirado en la cama, mirando hacia arriba, y la mujer encima, como si estuviera cabalgando. Se trata seguramente de la postura más placentera -depende de cada una- y libera el vientre de forma total.
También la posición lateral es muy utilizada en esta etapa. Consiste básicamente en que la pareja se recueste de lado, mirándose de las caras. De esta forma, se evita ejercer cualquier peso sobre la panza de la embarazada, por lo que también está permitida.
Por último, la “cucharita” es la posición final recomendada, especialmente para los momentos finales del embarazo, ya que permite realizar una penetración poco profunda, perfecta para entonces. La mujer se recuesta de lado, y el hombre se coloca detrás, también de lado, y hacia el mismo sitio.